Tal como adelantó a ESTRATEGIA, el vicepresidente de Concha y Toro, Rafael Guilisasti, la principal empresa vitivinícola del país estaba muy interesada en los activos disponibles en el mercado tras la seguidilla de quiebras que afectó a la industria este año.
Y en ese contexto, el 17 de septiembre, Concha y Toro puso la firma definitiva para comprar “todos los activos y muebles de la Cooperativa y Vitivinícola de Curicó Ltda. y Viña Los Robles S.A., que era una sociedad inmobiliaria que arrendaba parte de las bodegas a la cooperativa. La oferta incluyó bodegas, cubas y maquinarias, así como todas las marcas, entre las que figuran don Aníbal y Los Robles”, señaló el abogado Roberto Ossandón quien lideró el proceso.
La negociación, por un monto aproximado de 180 mil UF, esto es, cerca de US$7 millones, permitió “evitar la quiebra de la cooperativa, con lo que acreedores y cooperados podrán recuperar alrededor del 50%, al disolverse la sociedad sin quiebra”, explicó el abogado.
La firma que lidera Eduardo Guilisasti operará la bodega y “asesorará a los viñateros en su producción de vinos para comprársela, de forma que ellos puedan seguir trabajando”, afirmó Ossandón.
Vía : Estrategia
La negociación, por un monto aproximado de 180 mil UF, esto es, cerca de US$7 millones, permitió “evitar la quiebra de la cooperativa, con lo que acreedores y cooperados podrán recuperar alrededor del 50%, al disolverse la sociedad sin quiebra”, explicó el abogado.
La firma que lidera Eduardo Guilisasti operará la bodega y “asesorará a los viñateros en su producción de vinos para comprársela, de forma que ellos puedan seguir trabajando”, afirmó Ossandón.
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